Descubre el paraíso: mi experiencia inigualable en una excursión a las Islas Similan
¿Te imaginas adentrarte en un archipiélago de aguas turquesas, con playas de arena fina y paisajes marinos que parecen sacados de un sueño? Así empieza mi historia en la tan esperada excursión a las Islas Similan, uno de los tesoros más espectaculares y protegidos de Tailandia, al que todo viajero debería aspirar al menos una vez en la vida.
Cuando planifiqué mi viaje a Tailandia, tenía la sensación de que la excursión a las Islas Similan sería uno de esos momentos únicos, que marcarían la diferencia entre un viaje normal y una aventura extraordinaria. Y no me equivoqué: desde el primer instante supe que estaba a punto de descubrir un paraíso natural aún ajeno a las masas, donde cada instante se convierte en recuerdo inolvidable.
En este artículo te revelo todos los secretos de la mejor excursión a las Islas Similan: cómo llegar, qué esperar, consejos prácticos, curiosidades y, sobre todo, una visión personal para que puedas vivir la experiencia como si ya estuvieras allí. Adelante, empieza a soñar con tu próxima gran aventura.
Qué son las Islas Similan
Las Islas Similan forman un conjunto de once islas protegidas dentro del Parque Nacional Mu Ko Similan, ubicado frente a la costa de Phang Nga, al norte de Phuket. Su nombre proviene del bahasa malayo, donde Sembilan significa “nueve”, aunque tiempo después se añadieron dos más al archipiélago.
Declaradas parque nacional en 1982, las Similan son famosas por sus aguas cristalinas, playas de arena blanca y arrecifes de coral, considerados algunos de los más ricos y conservados del mundo. De hecho, muchos buceadores profesionales catalogan esta zona como uno de los diez mejores destinos de buceo del planeta.
Dónde están y cómo llegar a las Islas Similan
Ubicación para la excursión a las islas similan
Las Islas Similan se encuentran a unos 70 kilómetros de la costa occidental de Tailandia, frente a Khao Lak, y a unas 100 millas náuticas de Phuket. El acceso solo es posible por mar, generalmente mediante una excursión organizada o un tour desde el puerto de Thap Lamu.
Cómo llegar desde Phuket o Khao Lak
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Desde Phuket: la mayoría de excursiones parten sobre las 6:00 de la mañana. Se tarda alrededor de 1 hora y media en llegar al embarcadero de Thap Lamu (por carretera), y luego otra hora en lancha rápida hasta las islas.
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Desde Khao Lak: es la opción más cómoda. Está mucho más cerca del punto de salida, por lo que los trayectos suelen ser de apenas 20 minutos por carretera hasta el puerto y unos 60 minutos en barco.
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Alternativa desde Krabi: algunos operadores ofrecen tours, pero el viaje combinado (carretera + lancha) puede superar las 3 horas por trayecto.
Mi experiencia personal en las islas
A continuación, te comparto mi experiencia personal durante una excursión de un día a las Islas Similan desde Khao Lak, una aventura que quedó grabada para siempre en mi memoria.
Amanecer en Khao Lak
El día empezó temprano, cuando el cielo aún era un lienzo de tonos rosados y anaranjados que se reflejaban sobre el mar en calma. A las seis de la mañana en punto, la tranquilidad de mi hotel en Khao Lak se vio interrumpida por la llegada puntual de una furgoneta. Allí, viajeros de diferentes nacionalidades nos reunimos con la emoción palpable en el aire, listos para compartir una jornada repleta de aventura y descubrimientos en las Islas Similan. El trayecto por carretera nos llevó a través de paisajes de vegetación selvática y pequeños pueblos que apenas despertaban, mientras por las ventanillas se vislumbraban escenas cotidianas de la vida tailandesa que hacían aún más auténtica la antesala de la excursión.
Al llegar al animado puerto de Thap Lamu, el bullicio de las embarcaciones mezclaba el murmullo de las olas con las primeras risas del grupo. Nos recibieron con un desayuno ligero, café recién hecho y fruta fresca, que compartimos en una terraza improvisada mientras la brisa marina anunciaba el inicio de la aventura. El personal de la agencia, siempre atento y profesional, repasó con nosotros las instrucciones de seguridad y las normas necesarias para proteger este entorno tan frágil. Entre sorbos de café y miradas cómplices entre viajeros, la expectativa iba en aumento: sabíamos que estábamos a punto de descubrir uno de los rincones más mágicos y protegidos de Tailandia, y la emoción era imposible de disimular.
Navegando
El trayecto en lancha rápida fue una auténtica mezcla de emoción, nervios y expectación. Nos acomodamos en los asientos, mientras la embarcación se deslizaba por el mar aún sereno; la brisa marina cortaba el calor matutino y el rugido de los motores se confundía con la conversación animada entre los pasajeros, algunos con la cámara lista y otros simplemente contemplando cómo el color del agua cambiaba lentamente del azul zafiro a un increíble turquesa. El horizonte se expandía ante nosotros, interrumpido ocasionalmente por formaciones rocosas y bandadas de aves marinas que sobrevolaban la superficie durante los primeros minutos de viaje, anticipando lo que estaba por venir.
Tras cerca de una hora de navegación, las siluetas de las primeras islas comenzaron a perfilarse a lo lejos, elevándose como promesas de aventura en medio del mar de Andamán. El guía, atento y conocedor de la zona, nos explicó que solo unas pocas de las once islas Similan están abiertas al público, precisamente para ayudar a preservar este delicado ecosistema y garantizar que tanto la fauna como la flora continúen intactas para las futuras generaciones. La sensación de estar a punto de llegar a un lugar tan exclusivo y protegido aumentaba la emoción y reforzaba la idea de que viviríamos un día verdaderamente memorable.
Primera parada: Isla nº8
La Isla nº8, también conocida como Koh Similan, fue la primera parada. Allí se encuentra el famoso «Sail Rock», una roca en forma de vela que se alza sobre la playa como símbolo del archipiélago. La vista desde su mirador es simplemente espectacular: arena blanca, mar transparente y una sensación de libertad total.
Descendí desde el mirador con los pies descalzos, dejando que la arena se colara entre los dedos. Me tumbé junto a la orilla, viendo cómo el agua clara reflejaba cada rayo del sol. En ese momento entendí por qué tantos viajeros consideran esta excursión una experiencia imprescindible en Tailandia.
Snorkel entre corales
La segunda parada fue un punto de snorkel entre las Islas nº7 y nº9, donde el agua tiene más de 20 metros de visibilidad. Nadé entre bancos de peces payaso, tortugas y corales de un colorido hipnotizante. Todo parecía sacado de un documental: el silencio bajo el agua, interrumpido solo por mi respiración, me hizo sentir pequeño y afortunado.
Almuerzo y descanso
El tour incluía una comida buffet en la Isla nº4 (Koh Miang), una de las más grandes. Bajo la sombra de los árboles degustamos arroz frito, pollo al curry y fruta fresca. Algunas personas aprovecharon para bañarse, otras para descansar entre las hamacas frente al mar. Yo caminé por la playa observando los cangrejos ermitaños moverse en la orilla, mientras pensaba en lo frágil que es este entorno natural.
Qué hacer en el viaje
Snorkel y buceo
Las excursiones a las Islas Similan son la meca del snorkel y el buceo. Las aguas ofrecen una visibilidad excepcional y una biodiversidad marina impresionante. Los puntos más populares para buceo son East of Eden, Elephant Head Rock y Christmas Point, con cañones submarinos y corales duros de enorme tamaño.
Senderismo y miradores
En algunas islas, especialmente la nº4 y la nº8, existen senderos que llevan a miradores naturales con vistas panorámicas. Estas caminatas, aunque cortas, permiten apreciar la selva tropical y ver aves o lagartos monitor. Es recomendable llevar calzado cómodo y agua.
Fotografía y relax
Cada rincón de las Similan parece diseñado para la fotografía: playas vírgenes, cielos intensos, y una claridad del agua que refleja todos los tonos del azul imaginable. Muchos visitantes eligen simplemente relajarse sobre la arena o flotar en el mar, disfrutando del silencio y la belleza natural.
Cuándo es el mejor momento para hacer la Excursión
El Parque Nacional de las Islas Similan está cerrado al público entre mayo y octubre, durante la temporada de monzones, para proteger la fauna marina y garantizar la seguridad de los visitantes.
La temporada alta va de noviembre a abril, ofreciendo el clima más estable, con aguas tranquilas y cielos despejados. Los meses ideales son de diciembre a febrero, cuando la visibilidad bajo el agua es máxima y las temperaturas son agradables.
Consejos útiles
Qué llevar
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Protector solar biodegradable.
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Gafas de snorkel o máscara (algunos tours incluyen equipo propio).
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Sombrero y ropa ligera.
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Toalla y traje de baño.
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Agua y snacks adicionales.
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Cámara resistente al agua o GoPro.
Normas de conservación
Al ser un parque nacional protegido, existen reglas estrictas:
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No se permite acampar fuera de las zonas autorizadas.
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Está prohibido tocar los corales o alimentar la fauna marina.
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No se deben dejar residuos.
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No se puede usar protector solar con químicos dañinos para los corales.
Duración de los tours
Los tours pueden ser:
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Excursión de un día: la opción más común, ideal desde Phuket o Khao Lak.
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Crucero de buceo (Liveaboard): para quienes desean pasar varios días explorando diferentes puntos de inmersión. Estos tours suelen durar de 3 a 5 noches y son populares entre fotógrafos submarinos.
Dónde alojarse cerca de las Islas Similan
Khao Lak: la base perfecta
Khao Lak es el principal punto de partida para la mayoría de excursiones. Es una zona costera tranquila con hoteles boutique, resorts y opciones para mochileros. Además, su ambiente relajado lo convierte en un excelente lugar para descansar tras la visita a las Similan.
Alojarse en las propias islas
Solo algunas islas, como Koh Miang, ofrecen alojamientos gestionados por el parque nacional: pequeñas tiendas de campaña o bungalows básicos, reservables con antelación. Dormir frente al mar, bajo un cielo lleno de estrellas, es una experiencia difícil de olvidar.
Cuánto cuesta una excursión a las Islas Similan
El precio depende de la agencia, pero los tours de un día suelen costar entre 2.500 y 4.000 bahts (aproximadamente entre 65 y 110 euros). Este precio incluye:
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Recogida en el hotel y transporte al puerto.
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Desayuno ligero y almuerzo buffet.
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Equipo de snorkel y guía en inglés.
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Tasas de entrada al parque nacional.
Las excursiones de buceo o los liveaboards son más costosos, pero ofrecen una experiencia inmersiva única, con todo incluido y atención personalizada.
Por qué visitar las islas
Visitar las Similan es una de las experiencias más auténticas de Tailandia. A diferencia de otras zonas turísticas, aquí aún se siente el contacto directo con la naturaleza. Es un destino perfecto para quienes buscan escapar de las multitudes y reconectarse con el entorno marino.
Las Islas Similan no solo son un lugar de belleza visual, sino también un recordatorio de la fragilidad del ecosistema y la importancia de viajar de forma responsable.
Preguntas frecuentes sobre la excursión a las Islas Similan
¿Cuánto dura la excursión desde Phuket?
Aproximadamente 10 a 12 horas en total, contando los traslados por carretera y mar.
¿Se puede visitar sin tour organizado?
No. Las Islas Similan forman parte de un parque nacional protegido y solo se puede acceder mediante agencias autorizadas.
¿Hay cobertura de móvil?
La señal es muy limitada o inexistente. Es recomendable avisar a familiares antes de salir.
¿Es adecuada para niños?
Sí, aunque las travesías en lancha pueden resultar intensas. Las familias con niños pequeños suelen optar por tours privados o más lentos.
Conclusión: una joya natural que merece ser protegida
La excursión a las Islas Similan es una experiencia que deja huella: playas idílicas, arrecifes que parecen flotar y la oportunidad de explorar una Tailandia aún poco tocada por el turismo masivo. Sin embargo, su verdadera belleza radica en su fragilidad.
Viajar allí implica también asumir la responsabilidad de cuidar y respetar uno de los ecosistemas más valiosos del sudeste asiático. Si planeas tu viaje a Tailandia, dedica al menos un día a visitar este paraíso. Te aseguro que difícilmente olvidarás su luz, sus aguas… y la sensación de estar, por un instante, en un lugar perfecto.
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